"”…La sombra de la noche se aproxima, y en ella el tentador asechara, no me dejes solo en el camino, Ayúdame, ayúdame, hasta llegar…” Jamás había tenido oportunidad de escuchar esta estrofa como lo hice en los últimos días. He tenido temores, pero tuve la oportunidad de estar en el entierro de una familiar, y el que presidia, canto ese coro, me sorprendí grandemente al ver al esposo de mi familiar cantar con una convicción increíble, y comprendí en que forma confiaba en Dios. y me puse a pensar que el con sus pesares, yo con mis miedos, sencillamente debíamos hacer lo mismo. Confiar en Dios, a veces es difícil, por que tenemos la facilidad de confiar en las cosas que vemos, pero Depositar nuestra confianza en Dios, algunas veces nos es difícil. No me dejes solo en el camino, que mejor compañía en estos momentos, que la compañía divina.